Y tras este evento, en nuestro ánimo permanece seguir haciendo que el deporte quede como materia plenamente elegible para la literatura.
Estas Jornadas sirvieron como invitación para centrarnos en los estudios literarios y lingüísticos cuya fuente son textos de diferentes géneros sobre los deportes, especialmente el fútbol. Superados los tiempos en los que literatura y deporte habitaban mundos paralelos, siendo aparentemente el uno terreno de las bajas pasiones y la otra, hogar del refinamiento y la intelectualidad, pudimos comprobar, a lo largo de día y medio, el considerable auge del denominado “deporte rey” entre los intelectuales del mundo hispánico, y su potencia como recurso de creación lingüística y artística. Los años de mundiales, como el 2018, suelen ser especialmente propicios para la aparición de nuevos textos literarios y ensayos.
Aunque en nuestras Jornadas, el fútbol inevitablemente acaparó el grueso de la producción, también tuvieron cabida otras disciplinas deportivas, o simplemente el deporte. La inestimable presencia de Alfredo Relaño del diario As, en un fructífero diálogo con Ana Merino, nos ayudó a repasar cómo, al principio de todo, siempre ha estado la palabra y, precisamente, la escrita. Antes que con la radio o con la televisión, estuvieron las primeras crónicas deportivas, la mirada del periodista reinventando la acción observada.
Y tras este evento, en nuestro ánimo permanece seguir haciendo que el deporte quede como materia plenamente elegible para la literatura.